Asma y Yôga

Una crisis de asma generalmente requiere de dos factores para producirse: uno físico y otro emocional, con predominio del primero o del segundo, según la persona.

Sin embargo, tanto en un caso como en otro, los ejercicios de Yôga se han mostrado excepcionalmente eficientes para reducir la intensidad de las crisis y espaciarlas cada vez más.

Los efectos del Yôga sobre el asma también son muy rápidos, siempre que el practicante realice en casa algunos ejercicios respiratorios durante menos de cinco minutos por día y participe de una o dos prácticas por semana con un instructor.

La mayor parte de los asmáticos abandona el vaporizador ya en la primera clase. Basta realizar un respiratorio toda vez que crea que va a tener una crisis. El vaporizador queda en el bolso, sólo como apoyo psicológico.

Varios alumnos nuestros que habían sufrido con el asma durante muchos años, desde la primera clase observaron mejorías y más tarde se declararon libres de ese mal.

Si bien la práctica no tiene ese foco, este es un efecto benéfico que trae la practica de Yôga para un practicante.

Recordá que impartimos clases de Yôga en Palermo desde 2005. Si tenés ganas de probar online o presencial podés escribirnos y combinar.

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